2 de julio de 2009

3 de julio del año en que renazco

Al reproducir una página virtual de mis días
como en las películas de ironía
suena el sound track de la bebida
tomada de la comida corrida
y alsada de los vasos
de la cotidianidad.

Duermo... entonces,
debo comer de las conversaciones
que bailan en mi andar
para despertar.

La comida no me cabe en el estómago
por estar llena de lágrimas de acordeón
salpicadas con un toque
de letras a la vida
en la canción sonada
que recuerda la partida.

Gracias te digo
como cuando le das de pesos
a los que de calle tocan la medida.

Una vez más abro los ojos
aunque mi corazón
quiera dejar la sal sin sangre
y el pecho vacío
gracias al desconocido
que dejó armonías en el ombligo.

Pero aún así
el tango de mi despertar
dice lo que aún no puedo expresar,

Le doy unas monedas...

Llena de pensamientos
caminando en las nubes de asfalto
busco parquearlas
para modificar el mundo.