8 de octubre de 2012

Desaparecer

Si acaso, el día de hoy, me tocara desaparecer,
sin rostro y sin manos, dentro del ardor transparente,
no extrañaría a mis pupilas y tampoco a mis dedos.
Ya he visto las chispas de tus ojos contentos
y también he sentido tejidos tus cabellos.

Si acaso hoy me tocara dejar de estar,
para Ser, iría con una leve alegría en los recuerdos,
también con el vientre lleno de flores
y con los prados plenos en la frente.

Si acaso hoy me diera cuenta
de que todos los días me toca desaparecer,
aprendería de los latidos estrepitosos
que has germinado en mí.

Si acaso hoy me tocara desaparecer
iría, sin duda, con el fuego de tu amor
como motor para ser polvo al amanecer.






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