El sentir más profundo lloró por el alma atrapada en la razón. Los conceptos construyeron una muralla entre la República de mi esencia y el Estado de mi experiencia.
―Muralla, salto por encima de ti, salto por encima de la obsidiana, salto por encima de las calizas y por encima de las piedras marítimas que te acompañan. Y también, pulo a los futuros cristales para no cortarme mientras brinco por encima de la luz de los diamantes.