El tiempo ha vuelo querido mío
Porque te he encontrado en el camino;
En aquél tren en donde hicimos en una mirada la eternidad
Para comenzar a bailar
Hagamos fiesta mi gran amigo
Porque sabes y me has mostrado
Como se disfrutan los segundos
Aunque no se tenga el infinito
Quiero contártelo todo
Quiero cantarte los versos de mis ojos,
Decirte cuánto han dejado salir
A las llamas de mi alma
Cuando volví a sonreír
Quiero verte de prisa
Y caminar lento, muy lento
Como me has jurado:
Disfrutando cada uno de los segundos
Como si fuera el último
Para poder verte
Y estremecerme a tu lado.
Ahora comprendo las flores de colores inimaginables
Vívidas por tu aliento, regocijantes
En mi viento, en mis lágrimas de tiempo
En mi pecho que jolgorio emana lento.
Cada uno de mis latidos en tus manos,
Cada uno de tus latidos en mis manos,
Cada uno de mis versos en tus ojos,
Cada uno de tus besos en mi deseo,
Cada uno de mis segundos en tu bureo.
La flor que dice mi nombre ha vuelto,
Con el suspiro de tus ojos sin edad
Con el camino de mis ojos sin edad.
¡Gritemos al mundo,
Que tan asombroso es amar!
Para estar calientitos en la tierra
Y poder volar.
Cantemos apoderados de nuestro tiempo
Para correr calmados, sin parar;
Para sonreírle al sol,
Cantarle al viento,
Calentar al fuego contemplado,
Pisar a cada pasito
La longitud de la tierra
Para beber de la inmensidad
De los cielos cuando han absorbido
Los cantos de altamar, viajantes
Y enloquecidos por poder volar.
Así dormiré pensando
Que mañana es otro día
Para el hoy que vivo sin atajar.
Jegomros.
21 de septiembre del año en que renazco.