11 de mayo de 2013

El presente


Ahora redivivos y encerrados,
debajo de mis párpados caídos,
el silencio y la imagen nos recrean
en el brillo generoso del siempre
que hace remembranza de sí mismo
en la mansa oleada de los tiempos:
Moro en tus brazos, moras en los míos
y en la nueva confección del futuro
que nos fabrica gracias al deseo.
Ahora vive plena una certeza:
el dichoso presente es perdurable.

Espoleo al silencio hacia la celda
de nuestro veraniego y fino beso;
de continuo estaremos en la lluvia,
en la noche que nos habla del Simurg,
en La voz y en el verso del poeta
y en nuestros cuerpos quietos que contemplan
el caer de segundos prominentes.
Como a un par de columnas macilentas
el frescor nos protege eternamente.