19 de noviembre de 2009

Del otro lado de la cama.


Me flotan los versos

Y agitan los caminos de venidas

En avenidas oscuras de faroles

Rotos y opacos de smog citadino


Cuando en tus brazos

Voy cogiendo mis suspiros,

Enrredados con la cintura caída

De sueños rotos e ilusiones pegadas

Con semen-to-da tu vida por días,

Trepo en lazos inerciosos de frescura,

Sordos besos y gritones apretujos.


Mientras tanto gimo en el humo

De un cigarro apagado por la saliva

De mis ojos frascos en el infinito nocturnado;

Ladrón de mi ventana.


Así tirada sueño en las sábanas dormidas

Que te hacen el amor de espera,

Mientras te hermoseo en la imaginación

En el deseo de tener una libreta

Una pluma cerca del piso, mi cama.


Deliras que estoy contigo,

Cuando estoy en la poēsis de tu ser.


Para que luego en dos palabras,

Pronunciadas por tus dedos,

Se interrumpa mi velada y

Me delicioses las espesuras asilabadas

De lo actuado por tu sombra en mis hojas imaginarias.


Quedándome la gana de otra noche,

De que tus brazos sean fragancias

Para poder escribirte, cada una de las estancias

Aparecidas en las ruinas de mi desmemoriada

Gana de quitarte la ropa, los abrazos de pecho

Y arrebatarte de nuevo las sorpresas en mi espalda.


Por que cada vez que sorbes con tu cuerpo

las fragancias ensoñadas, quisiera

respingar sólo la emboscada guerrera

para labrar el camino de la idea

Y así volver espesura toda la espera,

volverla brisas resonada a tu calor de la mañana.


10 de noviembre de 2009

Pensamiento a la moda


1


Tengo tacones afilados;
para alcanzar el cielo
e ir cortando las nubes
y ver si por allí me encuentro.


Hoy, no es mañana
y tampoco el ayer;
es el otoño de mis manos.

Hoy, huelo a plástico
a gotas de cielo enfrascado
y telas de superficialidad.

Me he vaciado, lo siento...

No sé cómo dejar de hacerlo,
cómo tomar las riendas
de mis zapatos.

No sé estar sola,
mucho menos en el infinito;
se han acabado mis pulmones
de suspiros y cigarrillos

Porque ya no enseñan
a compartir el sol
sin la pretensión
de llegar a él.

Por eso huelo a caramelo

con bombón y rosas

para hacerme perfume mundo
y sueños de antropocentrismo.



2

La raza cósmica
no se vende en tiendas.
El interior del cuerpo
no tiene valor
porque los modistos
no han encontrado el alma;

la venderían
con brillos de lunas,
polvos de estrellas
y un toque de brisas de mar

pero aunque el alma no huele
duele como espinas de rosas
al arrancarles su rizoma.

¿De qué origen hablamos?
si ya ni historia hay...

¿De qué esencias hablamos?
si ya ni incienso es copal...

Huelo a plástico,
me derrito en poliéster
trabajo con mezclilla,
he sacudido las prisas en cada orilla,
y ni aún así soy felíz...











Zapatillas

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Con las uñas pintadas de rojo sangre,
Y los tacones afilados, sueño…
Mientras corto al cielo con pensamientos,
suenan mis pasos de frío
corro para alcanzarme
y volver a ser fantásticos bríos.

Me visto una y otra vez
de colores que me den formas
brillos y sobras; me veo bien
para no cortarme las piernas.

Te digo que sola existo,
que necesito extrañarte;
ser uno y después dos.

Porque sólo así puedo cantar,
soñar despierta y dejarme de traicionar.